SPQR
En Roma hay un misterio que me asalta a cada paso.
A veces asoma en los lugares más inesperados, antes de cruzar un semáforo, a la entrada de una panadería, junto a un grupo de turistas desprevenidos que toman fotos sin darse cuenta de que el misterio acecha junto a sus pies.
Noto su presencia allí donde miro y nunca deja de sorprenderme su repetitiva insistencia. Sé que me quiere decir algo, pero los retazos que me llegan no completan el puzzle de su misterio.
Una vez, junto al Palazzo di Giustizia oí entrecortadamente lo siguiente: "sabrás perdonar quinientas rencillas", pensé que se trataba de un veredicto de un jurado, puesto que al levantar la vista una ventana quedaba entreabierta. Otro día, agachada mientras me ataba un zapato, a mi espalda sonó de nuevo esa voz: "sube para que reanudes..." me giré rápidamente y allí no había nadie. Pasando ante una pescadería en el Trastevere la voz me volvió a tirar de la manga: "siete peces que relumbran" me dijo entonces, efectivamente aquellos pescados brillaban al sol de la mañana. Empecé a considerar si aquella voz me narraba lo que sucedía a mi paso, un narrador oculto que me rozaba con frases en la nuca.
Algo hay en Roma que reclama mi atención.
"Sueñas para que respire" es el soplido que me ha despertado esta mañana. La voz respira, me susurra, me tira de la manga, la voz me asalta y me dice "sabrás por qué recuerdas", y yo pienso y me pregunto por qué recuerdo, y cuando parece que todo cobra sentido, doblo la esquina y oigo: "siembro patatas que rebotan" ... y ahí ya lo dejo, me pongo mis cascos, subo el volumen y aunque noto el aliento en mi nuca me digo "sigue, pasea, ¡qué Roma!"
Y aunque ya no lo escucho atrás quedan "sesenta pasillos que recorrer", "serpientes patilargas que reman", "siempre pensabas quimeras romanas", "seniles persianas que ruedan", "sus primaveras quedarán resguardadas", pero ni serpientes ni quimeras, ni pasillos ni persianas me dan las claves para resolver el misterio, y yo sigo y me paseo y me digo ¡qué Roma!
Definitivamente, Roma me quiere decir algo.
.
A veces asoma en los lugares más inesperados, antes de cruzar un semáforo, a la entrada de una panadería, junto a un grupo de turistas desprevenidos que toman fotos sin darse cuenta de que el misterio acecha junto a sus pies.
Noto su presencia allí donde miro y nunca deja de sorprenderme su repetitiva insistencia. Sé que me quiere decir algo, pero los retazos que me llegan no completan el puzzle de su misterio.
Una vez, junto al Palazzo di Giustizia oí entrecortadamente lo siguiente: "sabrás perdonar quinientas rencillas", pensé que se trataba de un veredicto de un jurado, puesto que al levantar la vista una ventana quedaba entreabierta. Otro día, agachada mientras me ataba un zapato, a mi espalda sonó de nuevo esa voz: "sube para que reanudes..." me giré rápidamente y allí no había nadie. Pasando ante una pescadería en el Trastevere la voz me volvió a tirar de la manga: "siete peces que relumbran" me dijo entonces, efectivamente aquellos pescados brillaban al sol de la mañana. Empecé a considerar si aquella voz me narraba lo que sucedía a mi paso, un narrador oculto que me rozaba con frases en la nuca.
Algo hay en Roma que reclama mi atención.
"Sueñas para que respire" es el soplido que me ha despertado esta mañana. La voz respira, me susurra, me tira de la manga, la voz me asalta y me dice "sabrás por qué recuerdas", y yo pienso y me pregunto por qué recuerdo, y cuando parece que todo cobra sentido, doblo la esquina y oigo: "siembro patatas que rebotan" ... y ahí ya lo dejo, me pongo mis cascos, subo el volumen y aunque noto el aliento en mi nuca me digo "sigue, pasea, ¡qué Roma!"
Y aunque ya no lo escucho atrás quedan "sesenta pasillos que recorrer", "serpientes patilargas que reman", "siempre pensabas quimeras romanas", "seniles persianas que ruedan", "sus primaveras quedarán resguardadas", pero ni serpientes ni quimeras, ni pasillos ni persianas me dan las claves para resolver el misterio, y yo sigo y me paseo y me digo ¡qué Roma!
Definitivamente, Roma me quiere decir algo.
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6 Comments:
jaaaaaaaaaaaaaaaaajajaajajajajajajaa
el síndrome de las claves blogueras ataca de nuevo! jaaaaaajajajajajaa x'D lene-amelie, cada día estás peor jaaaaaaajajajajaa ays que no puedo parar.... jaaaaaaajaajjaajjaa
Será para que rías. Siempre podrás querer Roma. Porque Roma simboliza quizás, sueños para raras Saras.
Realmente siempre pensé que, si rumiamos palabras quedas, podremos sonreír quienes rutilantes, queremos ser para Roma, sin preguntarnos por qué.
diablos EFE, coincidimos bastante en nuestra interpretación. Yo pensé que siendo Roma una ciudad milenaria debe haberse vuelto muy sabia y siendo así, no pueden ocultársele secretos, y que Roma le dice, insistentemente: sé por qué ríes.
vykef
¡victoria! Ya Kiev está feliz.
Las claves me persiguen, Rbk XD, no veas qué jaleo por las calles, todas diciendo su frase al mismo tiempo!
Efe (qué habilidad la tuya para usar sólo "palabras spqr"!!) :)
Me gustan vuestras romas, ripio y efe, hay tantas como códigos contiene.
Baci tanti.
lujihgd:
lánguida, una jaima inclinada había guardado dudas.
Vamos, todo el mundo sabe que SPQR significa sono pazzi questi Romani (están locos estos romanos).
-Obelix dixit-
qmdbyyno:
Quien me dé buen yogur ya no odiaré.
jajaja, aro, ¡qué bueno! no lo conocía, XDDDDD
Así que el código de la frase en español quedaría así: ELER (con acento andaluz queda como si estuviera jaleando a alguien "¡ele(r)!", XD)
Baci
npmkgz:
nunca pensó mamá-Kafka generar Zanzíbares.
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